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Cuidado de tus Joyas

Mantén su belleza, preserva su historia

Cada joya que forma parte de tu colección ha sido diseñada con esmero, elaborada a mano y pensada para acompañarte durante mucho tiempo. Para conservar su brillo, forma y color, es importante seguir algunas recomendaciones según el tipo de material.

Aquí te ofrecemos una guía clara y práctica para cuidar tus piezas de acero inoxidable, baño de oro y perlas, respetando las particularidades de cada una.

 Acero Inoxidable

Duradero, versátil y perfecto para el uso diario

El acero inoxidable es un material resistente a la corrosión y al desgaste, ideal para piezas que deseas usar con frecuencia. Sin embargo, para conservar su acabado impecable, recomendamos:

  • Evitar la exposición prolongada al agua, especialmente si contiene sal o cloro (como en piscinas o mar).

  • Secar bien las joyas si entran en contacto con humedad.

  • Limpiar regularmente con un paño suave. Si es necesario, usar agua tibia con un poco de jabón neutro, enjuagar y secar inmediatamente.

  • Guardar individualmente, lejos de otras piezas que puedan causar rayaduras.

  • Evitar golpes o fricción excesiva que puedan alterar la forma o el acabado de la joya.

Nota: Si tu pieza de acero tiene un baño de oro de 18k, trátala como una joya chapada: más delicada que el acero al natural. Evita perfumes, cosméticos y sudor excesivo.

 Perlas

Gemas orgánicas que requieren cuidado especial

Las perlas son delicadas por naturaleza y pueden verse afectadas por el ambiente y ciertos productos. Para mantener su luminosidad:

  • Aplica perfumes, maquillaje o cremas antes de ponerte tus joyas con perlas.

  • Evita exponerlas al agua, especialmente si están montadas en hilo de seda o algodón.

  • Límpialas con un paño suave ligeramente humedecido, sin productos químicos ni limpiadores abrasivos.

  • No las guardes con otras joyas metálicas o de piedras duras. Lo ideal es un estuche individual forrado o una bolsita de tela.

  • Úsalas con frecuencia. El contacto con la piel ayuda a mantenerlas hidratadas y brillantes.

Las perlas naturales y cultivadas son sensibles a la acidez, el calor extremo y los ambientes secos. Trátalas con delicadeza y guárdalas lejos de la luz directa.

 

Piedras preciosas y semipreciosas

  • Evita golpes fuertes que puedan fracturar o rayar las piedras.

  • Mantén las piedras alejadas de productos químicos agresivos, como lejía o detergentes.

  • Límpialas con un paño suave y seco o ligeramente humedecido con agua tibia.

  • Para piedras más delicadas (como amatistas, topacios o esmeraldas), evita la exposición prolongada al sol que puede afectar su color.

Recomendaciones generales

  • Pon tus joyas al final, quítatelas primero. Así evitarás el contacto con productos que puedan afectar los materiales.

  • Evita dormir, hacer deporte o bañarte con tus joyas puestas.

  • Límpialas periódicamente, incluso si no las usas con frecuencia, para evitar la acumulación de polvo o residuos ambientales.

  • Guarda cada pieza por separado para evitar que se rayen o enreden entre sí.

Una joya bien cuidada es una joya que dura

Tus piezas han sido diseñadas para ser más que accesorios: son recuerdos, símbolos, gestos. Con estos cuidados simples pero esenciales, cada joya podrá acompañarte durante años, conservando no solo su belleza, sino también el valor emocional con el que fue creada.

¿Tienes dudas sobre el cuidado de una pieza en particular o necesitas ayuda para restaurar su brillo original? Escríbenos a anshirkbykc@gmail.com y estaremos encantados de ayudarte.

©2025 Anshirk

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